Los misioneros católicos se dedicaron a instruir a algunos indígenas tanto en la interpretación como en la construcción de violines.
En la comunidad rarámuri, el violín es llamado "rabeli", sin duda por la relación con guarda este instrumento con el rabel, el instrumento de cuerdas parecido al violín que los árabes llevaron a España.
El violín comenzó a ser tocado por los tarahumaras en la misas de la iglesia, pero luego se convirtió en un elemento importante en las fiestas tradicionales indígenas.
Quienes tocan rabeli reciben respetos y consideraciones especiales por parte de los demás integrantes de la comunidad rarámuri; ellos son parte importante en la vida colectiva, la cual se refuerza constantemente a través de las fiestas originales tarahumaras.
Aquí tenemos una intepretación doméstica que un violinista hace al calor de una estufa en su cabaña. Es la expresión artística desde las barrancas chihuahuenses.
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