Rarámuris.

Los rarámuri, una cultura que se resiste a la imposición del modo de vida "occidental" preservando tradiciones milenarias con las cuales respetan y contribuyen al equilibrio de las fuerzas de la naturaleza, las potencias de la vida.

martes, 30 de diciembre de 2014

Realizan estudio antropológico sobre la capacidad de tarahumaras para correr

Antropólogo de Harvard estudia forma de correr de los Tarahumaras



Irving Gutiérrez | 2014-12-09 | 09:52


Chihuahua, Chih.- Dan Lieberman, especialista en antropología y biología humana de la Universidad Harvard, desde hace aproximadamente tres años, analiza y estudia la forma de de correr de los Tarahumaras, quien se interesó principalmente en la estructura osea y muscular de este grupo. 

"Me interesa saber cómo tienen esa resistencia para correr; toda la especie humana ha corrido desde hace miles de años para cazar. Los tarahumaras cazaban animales únicamente corriendo detrás de ellos hasta cansarlos y atraparlos, para comer" Lieberman.

El también experto en la evolución humana, aseguró que esta en riesgo, las tradiciones de esta etnia, que habitan en la sierra Tarahumara. "El cambio en los hábitos alimentarios, el consumo de comida procesada, refrescos es dañina para ellos y para todo ser humano, por lo que debemos aprender, de su forma y estilo de vida puede ser benefactor para la sociedad.

Dan Liberman, indicó que los Tarahumaras, no son grandes corredores porque sean especiales, sino que las personas somos malos corredores. Ellos son humanos normales, los malos corredores somos nosotros y podemos aprender mucho de ellos, "Todos nosotros podemos ser tarahumaras, pero eso significa vivir de una manera distinta"

Finalmente, compartió que las personas viven de una manera distinta, ya que rápidamente se acostumbró al uso de zapatos, utilizar sillas, manejamos automóviles para transporte, no hacemos mucha actividad física, y el resultado es que nuestros cuerpos son muy diferentes.




lunes, 29 de diciembre de 2014

El pascol; la danza de la alegría en la Tarahumara

La danza de pascoles.

Los rarámuri son personas que consideran al cosmos como un todo en movimiento armónico.  Esta cosmovisión se ve reflejada en la ancestral expresión de la danza.   Es mediante el baile como los tarahumaras contribuyen, a su modo y de acuerdo con sus creencias, a la armonía que hay en la naturaleza, a la cual le rinden un profundo respeto.




Una tradición muy enraizada en la cultura tarahumara es la de la danza de los pascoles, la cual no es una expresión original de ellos, pero que integraron rápidamente a sus ceremonias de integración comunitaria.  La palabra "pascol" tiene su origen en "pascua", lo cual delata la participación colonial a través de los religosos misioneros que llegaron a la sierra chihuahuense desde el siglo XVII.


El baile de los pascoles llegó a la comunidad tarahumara gracias a la proceso de transculturación logrado por los misioneros jesuitas que llegaron del noroeste; ellos integraron la danza tradicional de las etnias Yaqui y Mayo al ingresar a la Sierra Tarahumara, según lo señala Ángel Acuña Delgado en su trabajo "Bailar pascol en la alta y la baja tarahumara. Una mirada el y otra al cielo" (2007).




Los significados de la danza de pascol son netamente indígenas, a pesar de que existen en ella algunos rasgos que pudieran relacionarse con danzas de origen hispánico. El pascol es una danza que relaciona al hombre con lo divino que renueva la naturaleza y la vida; esto es, definitavente, de origen indígena, aunque aprovechado por los misioneros para acercar a los rarámuris a las ceremonias cristianas como la misa de resurrección (en comunidades como Norogachi sólo se baila en la noche de Pascua o de Gloria, no así en la Baja Tarahumara, en donde se baila en otras fechas con motivos festivos diversos).

De hecho, se aprecia una polémica entre los antropólogos en relación con el origen de la danza de pascoles, ello debido a que en España hay bailes zapateados muy similares a estos pasos que los tarahumaras realizan a su modo en las comunidades serranas.

En la acción de bailar pascol, el tarahumara imprime un espíritu lleno de energía, como la energía que fluye en el cosmos y que permite la existencia de ciclos en la naturaleza.  En esta danza hay, además de una expresión de fuerza creativa, una transmisión de entusiasmo por la vida, una alegría que expresa el deseo de vivir y el respeto a todo lo vivo.

El baile de pascol es un gesto enmarcado por el nacimiento de un ciclo de vida que todos vemos en el comienzo de la primavera. Desde su preparación antes de la Semana Santa, hasta la celebración ceremonial del baile, es una expresión de algarabía, una fiesta en el sentido amplio del término.

Escribe, Ángel Acuña Delgado: "(...) pensamos que se trata de una danza refuncionalizada que dice mucho de la visión del mundo rarámuri."   Sin duda que que se trata de un baile expresivo, y lo que expresa es mucho más indígena que español o mestizo.





Danza pascol en la Tarahumara:
http://tu.tv/videos/raramuri-y-bailes-tradicionales-pascol





sábado, 27 de diciembre de 2014

Tarahumaras, una de las cuatro etnias de la sierra Chihuahuense.

En la Sierra Tarahumara habitan indígenas pertenecientes a cuatro grupos étnicos.  Estas culturas son: la Ódami o Tepehuán, la Makurawe o Guarojío, la O'oba o Pima y la Rarámuri o Tarahumara.






Los Tarahumaras conforman una cultura altamente comprometida con sus ancestros, a quienes siguen venerando a través de sus costumbres, las cuales vemos reflejadas en su vestuario, su dialecto, sus danzas y sus juegos.

Para muchos, lo más destacable de la cultura tarahumara es su forma de organización social, a través de la cual mantienen una cohesión comunal y una identidad que les permite mantenerse unificados. A los tarahumaras los dirige o lidera un jefe supremo de cada comunidad llamado "Siríame", que es un gobenador encargado del orden y la justicia en la sociedad que encabeza. Auxilian a dicho gobernador un consejo de ancianos y un grupo de comisarios.

De las cuatro etnias mencionadas, la tarahumara es la que cuenta con mayor número de personas, las cuales habitan en la Alta Tarahumara (que abarca catorce municipios) y la Baja Tarahumara (con nueve municipios).  Muchos tarahumaras también han emigrado a las ciudades, con el fin de encontrar mejores condiciones de vida, aunque lo que normalmente encuentran es la pobreza, efecto de la desigualdad.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Pies que crean

Es sabido que los rarámuris encuentran en la danza y la carrera pedestre maneras de tributar a la naturaleza el amor y respeto que ésta necesita para mantener equilibradas sus fuerzas y favorecer así a la vida en todas sus manifestaciones.

Lo que identifica a la cultura tarahumara son sus pies, con los cuales cada individuo escribe su historia sobre la portentosa sierra de Chihuahua.  Son pies que crean y recrean, cumpliendo una misión de vida y trascendencia.

Una bella fotografía del neoleonés José Luis Cortez.





Pies ligeros

En la Sierra Tarahumara, los indígenas pobladores de la misma conocen perfectamente cada palmo de su orografía.  El dominio de los planos y las verticales escarpadas son conocidos y reconocidos por sus pies, los cuales ascienden y descienden, entre aguajes y cuevas, entre acantilados y cabañas de madera, con una rapidez admirable.

Por ello, los integrantes de esta comunidad de corredores naturales se autonombran "los de los pies ligeros", rarámuri.



Aunque los blancos hemos usado la palabra "tarahumara" para referirnos a esta cultura milenaria, dicha palabra no es sino la castellanización que los misioneros españoles hicieron de "raramuri" desde su labor inicial en la sierra chihuahuense.

Aquí les presentamos un interesante reportaje de Liliana Rincón Cervantes, para Radio Kiuu 91.1.  En él nos enfrenta a una lamentable realidad que ya es parte de la vida de estas personas luchadoras, quienes tienen que salir de la sierra para conseguir apoyo para que sus familias subsistan.

http://www.kiuu.gremradio.com.mx/raramuris-los-de-pies-ligeros-sobreviviendo-a-la-miseria/

jueves, 18 de diciembre de 2014

El Corrido de Chihuahua en rarámuri

La comunidad tarahumara se ha visto influenciada positivamente por el folclor de los chabochis o blancos.  La música es un elemento importante en la cultura rarámuri, y en ella se ve reflejada la influencia referida, sea con instrumentos o composiciones líricas..

El Corrido de Chihuahua, interpretado por una joven indígena tarahumara, antes de los juegos tradicionales rarajípari y arihueta, en la presa el Rejón, en Chihuahua, Chihuahua.


Chepa, una líder tarahumara en ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua.

Josefina Olivares, conocida como Chepa, es originaria del municipio de Carchí y fundadora de la colonia Rayénari, en ciudad Cuauhtémoc. Chihuahua.




Durante muchos años, Chepa ha promovido y defendido los valores de su cultura.  El respeto que los tarahumaras muestran a esta luchadora la convierten en una persona que representa la dignidad de la etnia rarámuri en la zona urbana chihuahuense.

Chepa es observadora crítica participante del proceso de emigración de tarahumaras de la sierra a las ciudades.  Este es uno de los principales retos que la cultura tarahumara tiene en la actualidad.  Al parecer, las tradiciones ancestrales del pueblo tarahumara se ven seriamente afectadas con la vida que se adopta en la zona urbana.

Les invitamos leer la nota de Edna Martínez, publicada en  Reportecuauhtemoc.com., texto en el cual se nos ofrece un retrato personal con alto valor humano, al mismo tiempo que una descripción sociocultural muy valiosa.

http://www.reportecuauhtemoc.com/#!single-post/c11hw/1B422122-955F-4D77-8AA7-3FCA29ED01DE

viernes, 12 de diciembre de 2014

En la ciudad de Chihuahua, Tarahumaras agradecen amparo contra construcción de aeropuerto que ellos no pidieron.

Los gobernadores rarámuris acudieron a la capital del estado para agradecer la sentencia de amparo con la cual se suspende la construcción del aeropuerto en Creel, Chihuahua.

Los indígenas de la Sierra Tarahumara sienten y expresan el compromiso por un cuidado sobre la naturaleza, respecto a la cual guardan un profundo respeto, según sus creencias y valores más profundos.


Los líderes de la sociedad tarahumara afirman que el derecho que tienen sobre los bosques es de orden ancestral, desde antes que aparecieran los españoles en estas tierras. Según ellos los blancos o chabochis han llegado hasta la sierra para contaminarla y destruirla.

Señalan que el aeropuerto mencionado representa un daño y que ellos no pidieron la construcción del mismo.




Ver nota:  http://elvillista.com/index.php/nosostros-no-pedimos-ni-aeropuertos-ni-gaseoductos-gobernadores-raramuris/

miércoles, 3 de diciembre de 2014

El Siríame; gobernador tarahumara


Por: Juan Ramón Camacho Rodríguez

En la Sierra Tarahumara se oye la atractiva sonoridad de una palabra: “Siríame”, que es un vocablo más de orden ético que político.  Tratando de rarámuris, pensamos en una sociedad cuyo orden moral imita al orden cósmico, en el cual el equilibrio determina el respeto a la vida, sus potencias y su desarrollo.  Sobre este cimiento cosmológico y axiológico se establece la figura del siríame como digno contenedor, defensor y difusor de pautas de conducta y creencias unificadoras que ayudan a vivir en sociedad dentro de la orografía serrana.


La palabra rarámuri “siríame” significa “persona que trae el bastón”.  El bastón (una lanza de madera) es un símbolo de la política tarahumara que enlaza fuertemente a quien lo recibe con quien lo otorga, al gobernante con su pueblo.  El bastón le da a su portador un poder, un poder que la comunidad confiere solamente a los sabios y honorables individuos que han vivido para merecer todo el respeto y el respaldo de su gente. 
“Siríame” no significa precisamente gobernador en el sentido que los blancos o chabochis le damos a este término.  “Siríame” es un puesto con el cual la comunidad otorga enorme distinción al individuo; compromiso que se equilibra entre lo místico y lo moral, entre lo trascendental y lo que hace posible vivir con los demás. Al gobernador tarahumara le distingue el buen juicio, el conocimiento que viene de los antepasados, la prudencia del hombre que sabe cual es su lugar en el mundo y la paciencia para orientar a su gente.
Ser siríame es ser íntegro, es decir, el gobernador tiene que pensar, hablar y se hacer conforme al bien, al valor que enaltece a la persona en su relación con los demás y gracias al cual le entregaron el bastón.  Esta condición de integridad es necesaria para llegar a ocupar ese encargo comunitario, del cual jamás se aprovecha para obtener ventajas para explotar, despojar o dominar a los demás con el propósito de beneficiarse egoístamente sin recato ni límite.


La pulcritud moral y la sabiduría ancestral son rasgos indispensables en todo gobernador tarahumara. Si acaso llegara a perder esas características y no aporta beneficio alguno al pueblo, la comunidad procede con todo derecho a retirarlo del cargo. Así de simple y ejemplar es la vida política de los raráramuris.
Con esa dignidad que le condiciona en su función al frente de la sociedad, el siríame está al frente de la ceremonia religiosa, de los funerales, de los juicios, de las bodas y otras tantas actividades importantes que los tarahumaras realizan en el marco de sus costumbres valiosas. Y es su honorabilidad (y nada más) lo que le convierte en receptor del bastón.  La autoridad moral es la que más importa, no las posesiones ni el dominio sobre otros.  Al siríame se le elige por lo que es y por la certeza de que lo seguirá siendo, no por lo que tiene o busca tener.


Así que en la sierra chihuahuense, entre las barrancas y las cumbres, entre los ríos y los pinos, hay otra grandeza que debemos reconocer: la grandeza política de los tarahumaras, ilustrada con la autoridad simbolizada por un bastón, el cual, más que un bastón de mando, es un bastón de conciencia y rectitud, se sapiencia y virtud, un bastón que empodera a un hombre culto cuya misión es la conservación de su cultura, la preservación de una identidad que le hace vivir con orgullo. 

Francamente, ¿no sé que es lo que podemos enseñar a los tarahumaras en lo que respecta a política?

martes, 2 de diciembre de 2014

Película "Tarahumara" (Cada vez más lejos). 1965


Una historia sobre la resistencia del pueblo rarámuri a la imposición y abusos del hombre blanco. El protagonista decide intervenir para defender a los tarahumaras de la corrupción y la avaricia de políticos  y caciques. Dirigida por Luis Alcoriza, con las actuaciones de Jaime Fernández e Ignacio López Tarso.

Ver película:    https://www.youtube.com/watch?v=c1BbtDog4Dc